30 de julio de 2010

Dios

Una palabra en boga, sin duda, y que lo ha estado probablemente desde que el vocablo fuese inventado en cualquier idioma, es Dios.

¿Qué denota 'Dios'?

Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo.
RAE 

No hay una definición de los que es Dios, porque cada individuo construye una definición propia a partir de las de otros. No a partir de la experiencia ni de la lógica (citando a House M.D.), sino más probablemente a través del folclor, la tradición oral, la religión, etc.

Para muchos, Dios es una entidad bien reconocible; un ser masculino que existe físicamente en algún lugar y que, al mismo tiempo, está en todos lados, lo puede todo y lo sabe todo (omnipresencia, omnipotencia, omnisciencia). Este ser creó el universo con la simple decisión de hacerlo (¡impresionante!) en una sola semana (¡más impresionante!); este relato está infantilmente plasmado en el génesis, el primer libro de la biblia (y probablemente el más estúpido después del Levítico). Para sus creyentes, este ser merece todo honor y toda gloria; un culto regular, un donativo generoso y constante y una vida bien fundada sobre las normas del decálogo de la Ley de Dios. Este Dios nos trae a este mundo para probar que merecemos el gozo eterno (contemplación del rostro del señor) o el castigo eterno (morada en el infierno).

Ri-dí-cu-lo. He conocido a dos personas en mi vida que aceptan lo anterior con sorprendente integridad y asiduidad. Una es una monja loca que se baña una vez a la semana, el otro es un pobre estúpido. 

En serio, el cielo es la noción más vanidosa, engreída y egocéntrica que los humanos jamás han creado. Menudos estúpidos, creen que después de muertos serán premiados eternamente (¿se siente como un orgasmo interminable? Yo estaría tremendamente interesado), como si valieran tanto la pena. Además, se sienten ultra-superiores a todas las demás especies animales, cuando la verdad es que las diferencias no abundan. El machismo me molesta, también. Empezando por la representación masculina de dos de los tres dioses (Y el tercero es un animal. La mujer debe estar justo debajo... sin comentarios). No hay justificación teológica alguna, tal vez simplemente a los curas les gustan los penes (sí, eso lo hemos estado comprobando en los últimos años). Y, bueno, ¿qué cura, después de una vida casta no merece el orgasmo eterno?

Lo peor es que, a diario, se hacen dos afirmaciones contradictorias. Una es que en este mundo, tenemos libertad de voluntad y pensamiento, por consiguiente, el rumbo de la historia es producto de las diversas voluntades individuales actuando en conjunto. La otra es que todo pasa por voluntad de Dios. ¿Y dónde queda el libre albedrío, mr. Benito, si el Señor interviene para que la cosa salga a su antojo? 

Sí, lo se, aunque es el más común, aún existen algunos otros cuantos millones de dioses (concepciones).

Hay quien cree, por ejemplo, en el Nirvana; un punto de unión de todas las almas con los dioses. Un alma meritoria se puede unir al Nirvana, mientras que un alma impía regresa indeterminadas veces a la tierra (reencarna) hasta que aprenda lo suficiente para unirse al Nirvana.

O también se dice que Dios es el conjunto de todo lo que existe; una fuerza que reside dentro de nosotros.

O una fuerza, una presencia, existencia o consciencia que se encuentra sobre todas las cosas. Algunos piensan que esa existencia se preocupa y observa minuciosamente todo lo que sucede en el universo o que nos protege, mientras otros piensan que cualquier suceso le tiene sin el mínimo cuidado. Algunos piensan que tiene influencia sobre los hechos, y otros creen que sólo perspectiva. Y, añadiendo y quitando cualidades, se puede construir el Dios al antojo de cada quien.

¿Creer en Dios? No. Nada nos lleva a creer en Dios. Tal vez Dios fuese sólo el medio que utilizamos algún día para determinar como comenzó todo y, me temo, moriremos todos antes de poder saberlo. Somos unos malditos, esta vez también en 1° persona. Llegamos al final de la reunión y estamos pasando los últimos minutos tratando de averiguar lo que sucedió en las diez primeras horas. Sea como fuese, hemos descubierto que es mucho más fácil destruir que crear.

Por otra parte, la certeza no es una posibilidad humana. La certeza a raíz de la duda sí lo es; es incluso un vicio. Estoy seguro de que no puede haber certezas (aunque ni siquiera tengo la certeza de ello, así de simple). No se puede andar sembrando duda entre todos los conocimientos y experiencias que el humano cree haber clasificado, y proclamar a Dios como la única certeza. No se puede tener certeza de la existencia de un Dios, ni de la experiencia, ni del conocimiento, ni de las palabras. 

Por lo tanto, fuera de cualquier sensación literal que se perciba a través de los sentidos, nada es certero.

¿Existe Dios?
No lo se.

¿Crees en Dios?
No, no creo que exista nada superior a lo que conocemos en el sentido en que no lo planteamos. Ni creo que sea necesario; por el contrario. Y en caso de existir, no creo que necesitasen ser adorados, recordados o siquiera conocidos. 

1 comentario:

Heriberto VV dijo...

"¿Y dónde queda el libre albedrío, mr. Benito, si el Señor interviene para que la cosa salga a su antojo?"
Cada quién decide lo que hace de su vida.
"se puede construir el Dios al antojo de cada quien." Recuerda, la altura de la arrogancia es la altura del control, de aquellos que crean a Dios a su imagen y semejanza.
En primera instancia, me hace creer en Dios la mera lógica, hablando probalísticamente me parece lo más aceptable, sólo en primera instancia.
Declaraste muchas cosas en la publicación sumamente interesantes. Hablar que abordar este tema pronto en vivo.