22 de julio de 2010

Seguir

Podré seguir existiendo
después de darte mis sueños;
granitos amarillos de arena del desierto
que ciega mis ojos por dentro,
que quema mis pies en el camino.

Soñando con un beso
podré seguir existiendo.

Derramando tinta
por las cuencas de mis ojos
podré seguir existiendo;
seguir escribiendo poesía
y cuentos de lugares encantados.
Pero el beso jamás dejará
el deseo de mis labios
ni las huellas ya
se borrarán del camino.

Jonathan A.
Para alguien idiota.

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