6 de octubre de 2010

ANUNCIO IMPORTANTE

LEE ESTA ENTRADA

26 de septiembre de 2010

Anarquía

  • No puedo salir de casa sin esconder algunas pertenencias, porque ya han robado a los vecinos de un lado, del otro y de enfrente.
  • No puedo atender llamadas de números que no estén almacenados en mi directorio telefónico porque puede ser un manipulador. 
  • No puedo confiar en lo que escucho ni en lo que veo.
  • No puedo andar en ningún lado con tranquilidad.
  • No puedo detenerme a platicar trivialmente con quien sea.
  • No puedo escuchar el timbre de casa sin antes fijarme por las rendijas de las persianas de quién se trata.
  • No puedo salir a atender a desconocidos.
  • No puedo quedarme tranquilo al salir de la ciudad.
  • No puedo confiar en los vecinos.
  • No puedo siquiera tener tranquilidad mientras viajo a Guadalajara porque ahora asaltan a los particulares.
  • No puedo andar afuera hasta tarde.
  • No puedo dejar el carro en cualquier estacionamiento.
  • No puedo dejar de temer que los datos que proporciono en cualquier situación podrían ser mal usados.
  • No puedo evitar que se me amargue el estómago ante cualquier sospecha de amenaza.
  • No puedo pasar un día sin ver a una persona alcoholizada o drogada.
  • No puedo tener clases decentes en mi escuela. Sí, aunque sea de paga, apesta.
  • No puedo dejar de pensar que cualquier llamada van a ser malas noticias.
  • No puedo confiar en la policía municipal.
  • No puedo andar en carro por las calles porque están en pésimas condiciones.
  • No puedo cruzar las calles en vueltas contínuas porque los conductores no respetan a los peatones.
  • No puedo encontrar estacionamiento, y si lo encuentro es porque el parquímetro no sirve.
¿Y quién atiende este negocio?

8 de septiembre de 2010

En realidad pienso que "Mary" es una entrada-basura. Lo siento mucho. No he podido hacer algo bien.

7 de septiembre de 2010

Mary

Camino distraído, respirando la nostalgia que emana mi pecho. Si; el débil latido de mi corazón agonizante lo puedo sentir en las venas de mis muñecas. ¿Las ganas de vivir? No lo sé; escucho hablar a Dios y veo matar a los hombres, y no puedo pretender saberlo todo. Y me siento morir en ignorancia, siento la oscuridad aplastarme por detrás del sol y del amor,  por eso agonizo. Agonizo, lentamente, desde el mismo día en que comprendo todo, y comprendo nada. Siempre es cuestión de tiempo y de lágrimas; de amigos asesinados que se llevan un poco de mí.

          Recuerdo tenuemente haberla conocido. Sin embargo, no existe un momento en el que se le 'conozca' por primera vez. No; su alma compenetra al instante a través de sus ojos y se vuelve una obsesión maravillosa sin principio, una cotidianidad que nunca llega a ser común. Recuerdo, recuerdo, descompongo mi vida hacia atrás, dejo un pequeño rastro incoloro en el aire que nadie puede ver; son lágrimas que nunca emanan de los ojos. Pero ella está allí en todo momento, en cada pieza fragmentada de mi alma. Nostalgia de nuevo, ¿en verdad existes? Agonía. Desdicha.

          Necesito verte. Necesito saber que existes. Necesito sentir tu fragilidad, porque te conocí frágil y quebradiza como las hojas del otoño. Nostalgia, la única constante y la única posibilidad cuando no eres una certeza. Temo que seas una de mis enfermizas creaciones, que son los hombros sobre los que lloro. Temo vivir en realidades artificiales, ¿en verdad existes?

          Camino distraído, pero te veo. Te miro. Y se que tú me miras también.
          
          –Te miro –susurro sobre tu espalda y tu cabellera perfumada–. 
          
          –Te miro –respondes sin voltear.

          –Ven conmigo, déjame llevarte –tomo tu brazo y paso otro detrás de tu espalda. Te levantas lentamente–. ¿Sabes dónde estamos? Yo tampoco lo sé. Pero somos, y estamos. Mi alma siempre ha buscado la tuya, sé que lo sabes. Déjame guiarte –caminas torpemente aferrada de mi brazo, pues no hay nada más que sea real–. Déjame guiarte, por favor. Entrégame tu fragilidad. 

          Abres tus ojos e intentas mirarme, y entonces recordamos que el mundo es injusto. Quiero ir al océano y encontrar las perlas más bellas del mundo para adornar con ellas tu rostro, pero sólo logro tomar tu mano y pasarla sobre cortezas de árboles antiguos y flores hermosas y delicadas. Lloramos. Limpio tus ojos con los pulgares. No llores, que yo puedo llorar por los dos. No hay razón para estar triste, quiero que tomes mis ojos. No llores. Toma mis ojos y se hermosa. 



Crisis

Si bien, no puedo presumir de ser un escritor prolífico, los últimos meses no he tocado la pluma. Tal vez se deba a distracciones externas, o a que hay temas de los que deseo escribir pero sólo es posible escribirlos en verso (de otra manera sería sacrílego), y el problema es que no soy buen poeta. ¿Acaso soy un buen 'algo'?

Mi mente ha estado trabajando en forma de torbellino. Es difícil ordenar las ideas. Quiero escribir todo y nada. Quiero escribir...

6 de septiembre de 2010

Mi formación integral y católica. I love you ISC

En la clase de Educación en la Fe del día de hoy hablamos sobre la homosexualidad. La mejor parte de la clase fue un texto sumamente estúpido interesante que aparece en un libro del medioevo editado por las propias SJS, la congregación que lidera éste y muchos otros colegios en América del Norte, Central y del Sur.

No había leído un texto tan asqueroso como este desde que entré por última vez a catholic.net.  No sabía que cargaba semejante atrocidad en la espalda. Pero sobran las palabras. He aquí la transcripción:



Psicología moderna y alteridad sexual

El Papa Juan Pablo II, en respuesta al Parlamento Europeo, que equiparaba la unión homosexual al matrimonio natural, ha dicho: "La iglesia rechaza la discriminación de los homosexuales, pero considera moralmente inadmisible la aprobación jurídica de la práctica homosexual. Ser comprensivo con quien peca no equivale a aprobar el pecado. Cristo perdonó a la adúltera, pero le dijo que no pecara más" (Revista Familia Cristiana, 4 de abril de 1994, p.28).

El doctor Juan Antonio Vallejo-Nájera afirma que "la educación en la castidad es sanísima y ayuda mucho a superar los problemas en la edad juvenil. En cambio, la presunta libertad sexual que se predica ahora ésa sí que llena de pacientes la consulta del psiquiatra. No digamos, la moda de decir que la homosexualidad es una alternativa tan válida como cualquier otra 'mentira'. El ser homosexual es complicadísimo. Deben merecer toda nuestra comprensión y cariño, pero para intentar curarlos, no para animarlos a serlo (Juan Antonio Vallejo-Nájera: La puerta de la esperanza, III. Planeta. Barcelona).

En 1983, el Vaticano publicó un documento sobre la educación sexual (Orientaciones educativas sobre el amor humano) donde dice: "No hay ninguna justificación moral a los actos homosexuales" (Diario YA, 2 de noviembre de 1983).

"Se dice que la inversión sexual es constitucional, de carácter congénito o biológico. Otros buscan las causas en factores de orden psíquico, como la falsa educación, ambiente, experiencias que se remontan a la infancia, etcétera. Para otros, los factores de la homosexualidad son innatos y ambientales juntamente". (Manuel Viera: Vida Sexual y Psicología moderna).

Algunos terminan en homosexuales como consecuencia del alcoholismo y las drogas. Por supuesto que la homosexualidad no tiene la misma importancia en la edad adulta que en la infantil. Entre niños puede ser casi un juego, que logra no significar desviación enfermiza. Aunque sí llega a perjudicar a su psicología.

Para que un homosexual cambie, lo primero que es indispensable es que quiera cambiar; después, que quiera someterse a un tratamiento psicoterápico: "Sólo la psicoterapia le podrá ayudar" (Marc Oraison: El problema homosexual).

El profesor Van den Aardweg, licenciado en psicología en Amsterdam y notorio especialista a nivel internacional en terapia de la homosexualidad, describe numerosos casos de curación, confirmados por psicólogos como Paul C. Vitz, de la Universidad de Nueva York, y otros de todo el mundo. Noel B. Mosen, en una carta publicada por la revista New Zealand, de junio de 1994, escribe: Fui homosexual activo durante 21 años hasta que me hice cristiano y me convencí de la necesidad de cambiar. Con la ayuda y la fuerza de Dios, lo conseguí. Ahora llevo seis años felizmente casado y no experimento ninguno de los deseos y tentaciones homosexuales que antes dominaban mi vida".

Conocidos expertos en sexología, sin vinculación religiosa, como D.J. West, M. Nicholson y L.J. Hatterer han descrito muchos casos de homosexuales que se convierten en heterosexuales"(sic) (Suplemento del boletín AICA, num. 2116, 9 de julio de 1997).

"Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y no pueden recibir aprobación en ningún caso". Son contrarios a la ley natural (Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe: Declaración sobre cuestiones de ética sexual, [y otras referencias que no citaré]).

La homosexualidad se condena en la Biblia en varios pasajes. (Levítico, 18, 22; 20, 13; San Pablo: Carta a los Romanos, 1, 24-27; Primera a los Corintios, 6, 9ss; Primera Carta a Timoteo, 1, 9ss).

La razón del aparato genital es la generación. El ejercicio del sexo en un homosexual no tiene nada que ver con la generación. Puede una persona, por una circunstancia casual y transitoria, haber practicado la homosexualidad, lo cual, aunque es inmoral, no la constituye en homosexual.

Lo que caracteriza al homosexual no es haber tenido más o menos contactos homosexuales, sino la tendencia hacia las personas del mismo sexo y la consiguiente repugnancia hacia la relación heterosexual.

"Una táctica asumida por los movimientos homosexuales o 'gay' es la de culpar de discriminación contra ellos a cuantos resisten a sus campañas pretendiendo 'sexo libre' e igualdad absoluta para aspirar a cualquier cargo o función en la sociedad." Para tratar de superar la poca vergüenza que les queda, algunos llegan a hablar del 'orgullo gay' para ahuyentar en los no adictos, el pudor que los aleja instintivamente de ese camino.

Lo anterior no viola los derechos humanos, ni es discriminación injusta: no queremos que sean maestros de nuestros hijos quienes pretenden que es normal la la práctica de la homosexualidad o la drogadicción o el robo. Esta actitud es tachada de antievangélica y opuesta a la misericordia de Jesús; pero quienes lo dicen, olvidan que el señor perdonaba a los pecadores arrepentidos, mientras que de los que escandalizaban a los niños dijo: "Sería preferible que les ataran el cuello a una piedra de moler y lo hundieran en el fondo del mar" (Rodolfo L. Nolasco, Suplemento del boletín AICA, num. 2116, 9 de julio de 1997).

No está justificado el maltrato a los homosexuales, como lo ha declarado también la Iglesia en varias oportunidades. Pero lo anterior no implica que la sociedad, en particular los padres de familia, no tengan derecho a impedir el proselitismo que fácilmente pueden desarrollar los homosexuales militantes si se les permite ocupar cátedras con alumnos niños y adolescentes.

La criminalidad de la corrupción de menores es bastante extensa como para ignorarla, ya que está comprobado que suele ser el camino de iniciación en las prácticas homosexuales, de las que luego no resulta fácil librarse. (Algunas consideraciones acerca de la respuesta a ciertas propuestas de la ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales. L'Osservatore Romano, 31de julio de 1992, p. 7, num. 14).

El P. José María Díaz Moreno, S.J., profesor de Derecho Matrimonial en la Facultad de Derecho (ICADE) de la Universidad de Comillas de Madrid, en un artículo sobre este tema, resume así su pensamiento:

a) Los católicos tenemos derecho y deber de defender la institución matrimonial como única válida.
b) Hay obligación moral grave de oponerse a la posibilidad de que la pareja homosexual o lesbiana pueda adoptar niños, por el daño que éstos recibirían.
c) Hay que distinguir entre lo ilícito legal y lo ilícito moral. Las leyes civiles no cambian la valoración moral.
d) A los familiares que hayan optado por una "unión de hecho" se les debe ayudar, con cariño, a que reestructuren su vida en conformidad con las leyes de Dios y de la Iglesia.
_______________________________
Sierra Barba, Rosa María et al. Juventud con Cristo 3; Bachillerato quinto y sexto semestres, Serie Luz y Vida, SJS. 2009, pp. 29-32.


Es lastimero leer cómo se acusa a los homosexuales de pederastas, y se les relaciona cínicamente con el robo,  el alcoholismo y la drogadicción. Incluso se les iguala a una secta satánica que sólo trata de atraer a los jóvenes cuando, en realidad, son los jóvenes quienes recurren a otros en busca de la comprensión que esta podredumbre de sociedad católica nunca ha conocido.

La homofobia es una de las cosas que más detesto. Saque cada quien sus conclusiones.

30 de julio de 2010

Dios

Una palabra en boga, sin duda, y que lo ha estado probablemente desde que el vocablo fuese inventado en cualquier idioma, es Dios.

¿Qué denota 'Dios'?

Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo.
RAE 

No hay una definición de los que es Dios, porque cada individuo construye una definición propia a partir de las de otros. No a partir de la experiencia ni de la lógica (citando a House M.D.), sino más probablemente a través del folclor, la tradición oral, la religión, etc.

Para muchos, Dios es una entidad bien reconocible; un ser masculino que existe físicamente en algún lugar y que, al mismo tiempo, está en todos lados, lo puede todo y lo sabe todo (omnipresencia, omnipotencia, omnisciencia). Este ser creó el universo con la simple decisión de hacerlo (¡impresionante!) en una sola semana (¡más impresionante!); este relato está infantilmente plasmado en el génesis, el primer libro de la biblia (y probablemente el más estúpido después del Levítico). Para sus creyentes, este ser merece todo honor y toda gloria; un culto regular, un donativo generoso y constante y una vida bien fundada sobre las normas del decálogo de la Ley de Dios. Este Dios nos trae a este mundo para probar que merecemos el gozo eterno (contemplación del rostro del señor) o el castigo eterno (morada en el infierno).

Ri-dí-cu-lo. He conocido a dos personas en mi vida que aceptan lo anterior con sorprendente integridad y asiduidad. Una es una monja loca que se baña una vez a la semana, el otro es un pobre estúpido. 

En serio, el cielo es la noción más vanidosa, engreída y egocéntrica que los humanos jamás han creado. Menudos estúpidos, creen que después de muertos serán premiados eternamente (¿se siente como un orgasmo interminable? Yo estaría tremendamente interesado), como si valieran tanto la pena. Además, se sienten ultra-superiores a todas las demás especies animales, cuando la verdad es que las diferencias no abundan. El machismo me molesta, también. Empezando por la representación masculina de dos de los tres dioses (Y el tercero es un animal. La mujer debe estar justo debajo... sin comentarios). No hay justificación teológica alguna, tal vez simplemente a los curas les gustan los penes (sí, eso lo hemos estado comprobando en los últimos años). Y, bueno, ¿qué cura, después de una vida casta no merece el orgasmo eterno?

Lo peor es que, a diario, se hacen dos afirmaciones contradictorias. Una es que en este mundo, tenemos libertad de voluntad y pensamiento, por consiguiente, el rumbo de la historia es producto de las diversas voluntades individuales actuando en conjunto. La otra es que todo pasa por voluntad de Dios. ¿Y dónde queda el libre albedrío, mr. Benito, si el Señor interviene para que la cosa salga a su antojo? 

Sí, lo se, aunque es el más común, aún existen algunos otros cuantos millones de dioses (concepciones).

Hay quien cree, por ejemplo, en el Nirvana; un punto de unión de todas las almas con los dioses. Un alma meritoria se puede unir al Nirvana, mientras que un alma impía regresa indeterminadas veces a la tierra (reencarna) hasta que aprenda lo suficiente para unirse al Nirvana.

O también se dice que Dios es el conjunto de todo lo que existe; una fuerza que reside dentro de nosotros.

O una fuerza, una presencia, existencia o consciencia que se encuentra sobre todas las cosas. Algunos piensan que esa existencia se preocupa y observa minuciosamente todo lo que sucede en el universo o que nos protege, mientras otros piensan que cualquier suceso le tiene sin el mínimo cuidado. Algunos piensan que tiene influencia sobre los hechos, y otros creen que sólo perspectiva. Y, añadiendo y quitando cualidades, se puede construir el Dios al antojo de cada quien.

¿Creer en Dios? No. Nada nos lleva a creer en Dios. Tal vez Dios fuese sólo el medio que utilizamos algún día para determinar como comenzó todo y, me temo, moriremos todos antes de poder saberlo. Somos unos malditos, esta vez también en 1° persona. Llegamos al final de la reunión y estamos pasando los últimos minutos tratando de averiguar lo que sucedió en las diez primeras horas. Sea como fuese, hemos descubierto que es mucho más fácil destruir que crear.

Por otra parte, la certeza no es una posibilidad humana. La certeza a raíz de la duda sí lo es; es incluso un vicio. Estoy seguro de que no puede haber certezas (aunque ni siquiera tengo la certeza de ello, así de simple). No se puede andar sembrando duda entre todos los conocimientos y experiencias que el humano cree haber clasificado, y proclamar a Dios como la única certeza. No se puede tener certeza de la existencia de un Dios, ni de la experiencia, ni del conocimiento, ni de las palabras. 

Por lo tanto, fuera de cualquier sensación literal que se perciba a través de los sentidos, nada es certero.

¿Existe Dios?
No lo se.

¿Crees en Dios?
No, no creo que exista nada superior a lo que conocemos en el sentido en que no lo planteamos. Ni creo que sea necesario; por el contrario. Y en caso de existir, no creo que necesitasen ser adorados, recordados o siquiera conocidos. 

22 de julio de 2010

Seguir

Podré seguir existiendo
después de darte mis sueños;
granitos amarillos de arena del desierto
que ciega mis ojos por dentro,
que quema mis pies en el camino.

Soñando con un beso
podré seguir existiendo.

Derramando tinta
por las cuencas de mis ojos
podré seguir existiendo;
seguir escribiendo poesía
y cuentos de lugares encantados.
Pero el beso jamás dejará
el deseo de mis labios
ni las huellas ya
se borrarán del camino.

Jonathan A.
Para alguien idiota.

11 de julio de 2010

Mai

Sale de su casa. El viento le levanta los cabellos, le da comezón en la espalda; allí donde es siempre inalcanzable. Ansiedad. Una banca desocupada en el parque, se restriega en los travesaños pero la comezón no se quita. Luego un árbol rugoso, el pelo por ningún lado y un espejo del bolso. «Coño». Una idea brillante le llega de golpe, ladea la cabeza. Busca lápiz y papel en su bolso, pero sólo encuentra lápiz. «Más coño». Levanta hojitas secas de los árboles e intenta escribir en ellas. Se rompen. Se larga; deja un rastro de polvo de carbón que pica la nariz.

          En casa de nuevo. Se baña y se toca. Se duerme. Luego despierta; no puede dormir. Se toca otra vez, no puede dormir.

Para Mai

9 de julio de 2010

MJ


Tell them that it's Human Nature

El hombre de las tetas de vaca

Lo observaba las tardes de aquellos años, que ya huelen a guardado nomás al acordarme de ellos. Era un tipo con una barriga grandotota y unas tetas de colgadera, así como ubres de vaca. Sus piernas no estaban tan gordas; era lo que se dice una manzana. Y cada día venía a echarse sus alcoholes; lo sé porque yo se los vendía. Venía y se recargaba en ese paredón ennegrecido, y siempre eructaba como puerco antes de irse. Si no, no se iba. Me dejaba el changarro apestoso.

          Supe que murió hace algunos meses. Nunca hizo mucho de su vida. Murió eructando como puerco.

8 de julio de 2010

Era tarde

Era ya muy tarde para andar afuera.

          Yo andaba por allí, caminando entre las calles bajo el alumbrado titilante que descubre el rocío helado de las madrugadas de verano.  Las nubes pasaban muy cerquita de mi cabeza; se desmenuzaban conforme bajaban al piso y ya entre mis pies eran sólo enredaderas de algodón travieso y revoltoso. La soledad y el silencio aquietaban todo. La oscuridad casi se tragaba mis ojos entre algunos pasos, donde las lámparas fallaban y me dejaban al tanteo entre la maraña blanca de neblina. Luego encontraba otra vez el camino.
         Vi después un bulto alargado debajo de un farol, como un tablón apoyado sobre el tubo metálico.  De él se desprendía un fino hilo de humo más espeso que la niebla y que ascendía en espiral antes de perderse en el aire. Me acerqué. No era un tablón, era un hombre que fumaba un cigarrillo en medio de la noche. Yo me detuve a unos cuantos pasos, observando como su rostro se encendía con un resplandor rojizo cada que se llevaba el cigarrillo a la boca, y luego dejaba salir el humo por la nariz. Le observé ayudándome de la poca luz que llegaba del farol. Era joven y atractivo. Vestía ropas hermosas de colores confusos, y las cuencas de sus ojos quedaban en la sombra, pues la luz venía de justo encima de él. No sabía si me estaba mirando, aunque sentía una mirada fuerte encarando la mía.
          El hombre se llevó el cigarro a los labios por última vez, aspiró fuertemente y luego arrojó el cigarrillo. Lo pisoteó con la punta del zapato antes de volverse e irse. Yo estaba a punto de volver también sobre mis pasos y seguir por mi camino. Pero el hombre se detuvo un segundo y luego me miró. Sus ojos felinos centellearon en la oscuridad con una chispa rojiza. 
          —¿Vienes?— fue lo que me dijo, y luego siguió caminando.
          —¿Adónde?
          El golpeteo de los tacones en el piso, alejándose cada vez más, fue la única respuesta.
          Yo lo seguí. No tenía a dónde ir.
          Anduve tras de él por unos diez minutos. Al principio pensé que no se había percatado de que le seguía los pasos, pero luego comenzó a mirarme de reojo en las esquinas. Caminamos más y más, internándonos en un vecindario maloliente donde la constante en las construcciones parecía ser la sobriedad y el descuido. Finalmente entró por el desgastado pórtico de uno de los edificios más altos de la cuadra. Yo entré poco después que él. No había elevador, sólo escaleras, y el ya me adelantaba una docena de escalones.
          De inmediato comencé a trepar por ellas. Traté de alcanzarlo, pero a cada paso que daba él parecía aventajar el doble. Me forcé a ser más rápido, pero era imposible igualar la agilidad grácil con que él subía. Parecía que algunas cuerdas invisibles lo jalaban y que él apenas hacía esfuerzo. Se adelantaba cada vez más,  y pocos minutos después sólo podía vislumbrarlo por un instante antes que desapareciera tras los recodos de los descansos. Luego nada. No lo vi más; me perdí entre la oscuridad y entre miles de escalones que se extendían incansables hacia arriba. La luz de luna que con trabajo se colaba por las rendijas que había aquí y allá me permitía difícilmente avanzar a tientas. Subí y seguí subiendo, hasta que creí imposible que el edificio pudiera extenderse tan arriba. Mis piernas cosquilleaban y perdí la noción del espacio. Me tiré allí.



          Él regresó y me levantó. Me cargó en sus brazos. La fuerza que tenía no parecía venir de su joven pero enjuto cuerpo. Andaba a una velocidad vertiginosa. Subió sin detenerse, mucho más de lo que yo hubiera podido subir por mi cuenta. Llegamos al último piso. En el rellano había una luz encendida, la única que había visto después de entrar al edificio. La puerta estaba entreabierta. Entró, cargándome aún, y luego me lanzó violentamente al piso.
          Caí sobre mi espalda y por un segundo no sentí dolor alguno. Pero luego sentí que me había roto en pedazos, como un cristal al estrellarse. Se disipó cualquier sensación, y solamente un vago fantasma de dolor entumió mi cuerpo. Entorné la vista. Había una mesa, y sobre la mesa había una vela consumida. Era la única luz de allí, y transformaba la estancia en un tapete de sombras tenebrosas.
          —Todos suelen perderse la primera vez —gruñó el joven desde el fondo de la habitación—. Pero no los culpo; jamás ha habido una segunda. ¿Crees que soy hermoso?
          Se despojó de sus ropas modernas. Comenzó a quitarse los pantalones y luego se sacó la camisa por los hombros. En diez segundos estuvo desnudo. La luz mortecina sólo me dejó ver su blanca espalda. 
          —Como verás, no encuentro ningún motivo para vestir hermosamente cuando se está solo —dijo mientras se ponía una capa desgastada y fea sobre los hombros—. Lo digo porque tú, por ejemplo, eres una ilusión atrapada en la imaginación de quien cree que eres tú. Eres nadie.
          Luego escuché  que se alejaba y el tintinear delicado del cristal. Regresó enseguida con una copa entre los dedos. Se puso en cuclillas junto a mi lado y me ayudó a apoyarme sobre los codos.
          —Bebe —susurró mientras forzaba la copa entre mis labios, y el líquido espeso quemaba mi garganta—. Bebe, bebe, un poco más.... 


Desperté luego aquí, en esta habitación oscura. Sólo hay un cuadernillo y un lapicero que derrama la tinta si se le deja recostado. Estoy atado a una cama. Sobre mi cabeza hay un boquete en el techo que me deja saber si es de noche o de día, pero también me quema la frente. Algunas veces cae por allí un poco más del mismo líquido enervante que probé aquella vez.

6 de julio de 2010

Ser

Lo más valioso de este mundo es ilusorio. Son recuerdos que entran y entretejen cabos sueltos que quedaron de ayer, sacuden el polvo y enmiendan una rotura mientras que abren otra más en la cabeza. Luego se transforman en vapor plateado y se escapan por la misma abertura que han dejado. Ya llegará después otro a cerrar otras aberturas y a abrir nuevas cerraduras, incesantes como las olas del mar corrosivas de la tierra. Al final escapan casi todos con cada suspiro, pero algunos dejan un fantasma que no se irá, una manchita en el alma que se une al tejido y a la sangre, y eso es lo que se llama cada quien; lo que el recuerdo imprime en la carne y sólo el agua corriente que despiden los ojos logra erosionar con el paso de los años.

26 de junio de 2010

Las calles de mi pueblo y sus productos milagro


"[...]¿A caso se ha dado cuenta que su cuerpo también necesita vitaminas, calcio, hierro, fósforo, calorías en el cuerpo? ¿No se ha dado cuenta que ya su cuerpo necesita esas vitaminas porque lo nota cansado, lo nota agotado, lo nota débil, decaído? Tome las cápsulas de bacalado, señora y señor, que son buenas y efectivas. ¿Cuántas personas las han recomendado, como dice aquél famoso, oiga bien, futbolista, el cual es, verdaderamente, quien anuncia el fútbol con el corazón en la mano, que es el señor Bermudez: Agarre 'tantitititito', oiga bien, de las cápsulas de bacalado y tómelas directamente con agua, con leche, con café, con refresco o con un jugo e inmediatamente su cuerpo se nota, señora y señor, verdaderamente bien, perfectamente bien, ¿Y a qué se debe que se note bien? A los dos, tres días de tomar estas cápsulas se siente con ganas de trabajar, con ganas de jugar, con ganas de levantarse... Usted señora, usted señor que corre en las mañanas, que es (oiga bien) un atleta,  que le gusta el fútbol, el béisbol, el basquetbol, usted que hace ejercicio, tómese dos cápsulas diariamente, no tome más. Dos cápsulas dice allí en la receta, es de un tamaño muy especial que lleva por un precio único de 20 pesos una caja; le hago entrega de por 40 pesos, señora y señor. Es la clase de vitamina para la mujer que lava, plancha, cose, remienda, trajina todo el día, la mujer en estado de embarazo tómese dos únicamente. La mujer que está criando a su bebé y no tiene alimento que darle, tómese dos cápsulas. El niño que va al colegio, a la escuela; el joven que ya va directamente a la primaria, a la secundaria, a la preparatoria, que se tome dos cápsulas diariamente. Son cápsulas perfectamente acondicionadas, elaboradas con bacalado, elaboradas a base de cartílago. Contiene el farmitato (?) hasta 3 mil unidades, que es una vitamina A muy especial para su vista cansada, para su vista ya muy agotada. ¿Ya no distingue a una o dos cuadras quién va o quién viene? ¿No ve más que, oiga bien, a la persona borrosa, pero no distingue quién va o quién viene? Tomarse dos cápsulas es aliviarse de su cuerpo, es darle a su cuerpo lo que necesita. 20 pesos, amigo mío, le cobro a usted directamente de una caja. Le hago entrega por el único precio de 40 pesos. Llévelas a casa, no lo va a lamentar. Ahorita tómese dos, y en media hora vemos si le hicieron efecto o no para que vea que no hay engaño. ¿Y sabe por qué le digo que le hicieron efecto? Porque se siente que el cansancio se quita. ¿El médico le dijo a usted que tiene huesos porosos?[...]"

24 de junio de 2010

Esperanza

          
Tengo una pequeña esperanza
dentro de mi corazón,
cada día crece su añoranza
pide su liberación.
¿Quién liberará esta esperanza
que habita en mi corazón?
Sonríe a diario con confianza
y piensa en mi salvación.
Busca un hoyito en mi alma
por dónde poder escapar,
busca un hoyito con calma,
no puede verme llorar.

23 de junio de 2010

Detrás de un gran escritor


>>Léase en dialecto argentino


—¿Habés intentado alguna vez escribir sin escritorio? En serio, che, te lo digo... no me mirés así. Callate. Dejame ser argentino por un momento, que detesto ver las líneas atestadas de acentos, pequeñas manchas que parecen cucarachas. Además me gusta la gravedad de sus imperativos (¡escuchame!), la forma en que se alzan suavemente y, luego, como las olas del mar, golpetean con brusquedad la arena y arman una trifulca lodosa. Se extinguen en un susurro pomposo; se disuelven y dejan en la orilla un fantasma de espuma que tarda en desaparecer, como un eco truncado en el cerebro que reverbera sin cansancio. Te decía, ¿habés intentado alguna vez escribir sin escritorio? No; olvidate de ordenadores y pantallas, pensá solo en papel. En papel y escritorio. ¿Ves? No podés pensar en papel sin escritorio ni en escritorio sin papel, te lo aseguro, ¿o podés? El papel fue tan solo una insignificante mejora del medio, una nimia revolución artística. Antes del papel había piedras, che, y el verdadero escritor podía escribir en piedras o en la tierra si no tenía más que eso. Pero después hubo piedras y papel, ¿y quien siguió escribiendo en piedras? Bien, ahora tenemos piedras, papel y escritorios, y nadie escribe en papel si no tiene escritorio. Los escritorios fueron la Gran Revolución de la Literatura. El escritorio es más que el medio, che, creeme, el escritorio es el arma. Sin escritorio no hay escritor, tan simple como eso. ¿O podés imaginar a un escritor escribiendo en papelitos en su regazo, derramando la tinta, tirado en el piso? Inconcebible; detrás de un gran escritor, hay un gran escritorio. Y cuanto más grande es el escritor, más grande es el escritorio y viceversa, etcétera. El escritorio es el todo del escritor  comprimido en un espacio, che, en materia, como las lágrimas tragadas que son el peso del rencor en el alma...

Ver manuscrito>>

15 de junio de 2010

Juana de Asbaje



Pues podré decir, al verme
expirar sin entregarme,
que conseguiste matarme
mas no pudiste vencerme.

Juana de Asbaje
___________________

Juana de Asbaje es, sin duda alguna, uno de los mayores estandartes de la literatura española y del Siglo de Oro, y una de las más grandes poetisas que jamás hayan pisado la tierra. Pasó su vida oculta entre las mohosas paredes de un convento, único lugar donde avistó la oportunidad de continuar instruyéndose.  De ella se aprende que cualquier talento es inútil si no existe voluntad.

Sus ideas feministas estuvieron adelantadas varios siglos a su época. El escándalo que provocó la religiosa fue mayúsculo e incomodó permanentemente a sus superiores eclesiásticos masculinos, quienes la hostigaron y desacreditaron por el resto de su vida. Sin embargo, la mayor parte de su vida contó con el apoyo de personajes poderosos que la salvaguardaban y le permitían ciertas comodidades.

Al día de hoy, los mexicanos convivimos diariamente con Juana. Está en nuestros libros, en nuestras billeteras, en nuestros bolsillos. Es uno de los personajes que vemos a diario.  Es una pieza integral del rostro de México, una voz que se alzó y perduró, y cuyo eco resuena aún fuertemente en nuestra cultura.

Un brindis por la décima musa... una estrella más del bicentenario xD

La Puta de Babilonia


La mencioné en mi entrada anterior y me gustaría hablar más de esta obra.

La Puta de Babilonia es un ensayo histórico que publicó Fernando Vallejo en 2007. Llegó a mis manos en marzo de 2010 gracias a una recomendación, y me tomé casi un mes entero para leerlo. Nunca había leído nada que me complaciera tanto como lo hace la ironía y la desfachatez que usa Vallejo para recriminarle los innumerables, interminables e incalificables delitos que ha cometido la Iglesia (o la Puta, como se se le denomina en la obra) desde el año 300 d.C.

La Puta comenzó a ser puta cuando se acostó con el emperador Constantino, y desde entonces nunca se detuvo. Es interesante echar un vistazo en la historia universal, y ver el boquete oscuro que la Puta dejó extendido por más de un milenio y medio. La Puta condenó, destruyó, crucificó, asesinó, robó y mintió sin mesura ni control por más de 15 siglos ininterrumpidos, sin autoridad por encima de ella que le echara un ojo, pretendiendo ser la portadora de la única verdad verdadera entre todas las verdades falsas del mundo.

Es increíble que semejante empresa con ese historial criminal siga existiendo hoy día. De la Puta no ha salido nada bueno, y jamás saldrá. Los únicos oficios de la Puta son embelesar, corromper, interrumpir, matar, oscurecer y ser puta. Y la Puta sigue viva, sigue repicando sus campanas alcahuetas y sigue embelesando, porque es difícil para las masas dejar las costumbres.

E igualmente de difícil es tomar otras nuevas. Por eso la religión Católica nunca fue nueva ni original. La Puta como la conocemos hoy, es un conjunto de creencias diversas y fragmentadas que ya existían (mucho antes de Cristo) y que fueron puestas bajo un solo techo para atraer a la mayor cantidad de personas posibles. Eso está muy claro.

Lo más interesante del ensayo es, sin duda, el ataque de Vallejo a la existencia histórica de Cristo. ¿Cómo sabemos que Cristo existió? Simplemente porque nuestros padres nos lo dicen, y a nuestros padres se lo dijeron nuestros abuelos, y a nuestros abuelos nuestros bisabuelos, y así sucesivamente. Pero fuera de ello, no existe ninguna evidencia cinetífica (histórica) de la existencia de Cristo. Antes de Cristo, hubo muchos cristos. Y después de Cristo, hubo otros tantos.

Los evangelios, las bitácoras de la vida pública de Cristo, son tremendamente imprecisos. Tres de ellos son idénticos (es decir, dos fueron escritos con base en el primero) y el otro es totalmente diferente. Hay 3 Cristos diferentes en la biblia, igual que hay 3 personas en un solo Dios. Pero en el mundo hay sólo una Puta.

¿Qué es la historia, sino la medida de las consecuencias de la influencia que ejerce el poder sobre las masas?

¡Abajo la Puta!

14 de junio de 2010

Platicando con Fernando Vallejo


Fernando Vallejo es un célebre escritor naturalizado mexicano. Es autor de "La Puta de Babilonia", un riguroso ensayo histórico que pulveriza con estilo inigualable, trozo a trozo, a la empresa más sucia y criminal que jamás ha pisado la tierra; la iglesia católica, apostólica y romana. La Gran Puta.

La más reciente obra de Vallejo, El don de la vida, fue publicada en este año. Es una novela oscura que postula que: "El don de la vida, en realidad, es la muerte..."; para Vallejo, la vida es el único mal en el universo. Y, visto desde cualquier punto de vista excepto el nuestro, es una contundente realidad.

Gracias a twitter me enteré, tan sólo minutos antes de que sucediera, de que Vallejo estaría en entrevista digital en directo en cierta página de Internet. Los usuarios podrían mandar un número ilimitado de preguntas, y Vallejo se dedicaría cierto tiempo a contestarlas. Inmediatamente comencé a mandar pregunta tras pregunta y, afortunadamente, contestó dos de ellas:


Jonathan A

Pregunta
¿Cual es, a su juicio, la razón o justificacion de nosotros para estar aquí? O, ¿Cree usted que el hombre esté empecinado en encontrar motivos y razones cuando no son necesarios?
Respuesta
Fernando Vallejo: Exacto, el hombre se empeña en encontrarle motivos a lo que no los puede tener puesto que vamos ineluctablemente hacia la muerte. Y Dios no existe y Cristo no existió y basta ya de tanto engaño.

Jonathan A

Pregunta
Mi concepción de la vida es la siguiente: Los humanos somos una especia animal igual a otra cualquiera, con la diferencia única de que sobre su instinto ha desarrollado el deseo de autosatisfacción y bienestar. Creo que nuestra existencia es totalmente indiferente y no cumplimos ningún propósito sino consumir tiempo. ¿Qué piensa ud. de esto, y cuál es su filosofía personal?
Respuesta
Fernando Vallejo: El Homo sapiens es una especie más de las 4600 especies de mamíferos: los de la clase Mamalia de la taxonomía lineana. Es una especie muy alzada que se cree hecha a semejanza de Dios. ¡Qué va! ¡Si Dios no existe, cómo va a haber sido uno hecho a la imagen y semejanza de semejante embeleco?

13 de junio de 2010

Always gloomy in rainy days...



Observo el horizonte arbolado a través mi ventana; observo tu corazón marchito a través del tenue resplandor de tus ojos en medio de la noche.

Cielo nublado, gotas caen en el jardin de tu mirada...

...